El que sabe, sabe: la relojería del Stealth Wealth
Por Germán Cabrini – Founder de ReloGeando | IG: @ReloGeando
Hace apenas unas décadas atrás el concepto que giraba en torno a los relojes se enfocaba en su condición de herramientas; no eran tanto un lujo sino más bien una necesidad, y lo más cercano a la suntuosidad era saber que se llevaba en la muñeca una pieza de calidad, precisa y construida para durar.
Hoy los relojes son mucho más que herramientas para medir el tiempo: son objetos que pueden denotar estatus, poder y personalidad. Imposible no pensar en la clásica escena de Glengarry Glen Ross, donde Alec Baldwin presume brutalmente su inconfundible Rolex Day-Date de oro como símbolo de éxito… ¡Pero momento! Porque parece que los tiempos de la cultura del flex, y la logomanía se están terminando.
De la mano de la industria de la moda y gracias al empuje generado por el éxito de series como Succession, se viene instalando en la relojería el Stealth Wealth, una tendencia que propone al lujo como una vuelta al concepto clásico de la calidad de antaño: libre de Bling, indiferente a los Likes y enfocado al conocimiento profundo sobre una pieza, la valoración del savoir faire de su manufactura y la gratificación personal de llevarla en la muñeca.
Un privilegio discreto con significado sólo reservado para quienes saben… If you know, you know lo sintetizaría tan bien como lo hacen estos 4 relojes:
- Rolex 1908: el reloj que nadie esperaba de Rolex, una colección lanzada este año e inspirada en las raíces de la marca, construida en oro pero conservando la simpleza y elegancia de los modelos clásicos. Su mayor atractivo visual posiblemente sea su nuevo calibre, sólo apreciable desde la tapa trasera del reloj que cuenta con un cristal de zafiro, una vista privilegiada reservada únicamente para quien lo posea.
- H. Moser & Cie Endeavour Perpetual Calendar: Moser es sin dudas pionera en el lujo silencioso. Hace un tiempo, gracias a lo característico de sus diseños, tomó la decisión de camuflar -y en algunos casos eliminar- el logo en sus relojes. Y esta pieza es de sus más grandes exponentes: un reloj en oro blanco que no devela a simple vista que estamos frente a un Calendario Perpetuo, una de las complicaciones más intrincadas de la relojería mecánica, ejecutada de un modo tan discreto como funcional y magistral.
- Grand Seiko SBGY 007 “Omiwatari”: La leyenda de la relojería Philippe Dufour supo advertir el nivel de tecnología, destreza y técnica de Grand Seiko, una casa que cada vez pisa más fuerte dentro de la alta relojería. Esta elegante, pero en apariencia sencilla pieza refleja todos esos atributos: una esfera con increíble nivel de detalle y acabados ejecutados a la perfección, en conjunción con el movimiento Spring Drive, actualmente de las propuestas más innovadoras dentro de la relojería de lujo.
- Patek Philippe Aquanaut 5167A: originalmente inspirado en el Patek Philippe Nautilus, pero que, a diferencia de aquel, cuenta con un carácter más fresco, casual y relajado, aunque no por ello menos polivalente. Este reloj es una de las piezas deportivas más refinadas de una las casas relojeras más prestigiosas del mundo que, definitivamente no grita “lujo” en la cara de nadie, pero sí lo susurra en los oídos de quienes saben.