Cómo protegerte de los pesticidas en las frutas y verduras

Cómo protegerte de los pesticidas en las frutas y verduras

Algunas de nuestras frutas y verduras favoritas contienen niveles de estos químicos que pueden ser nocivos para la salud. Las calificaciones exclusivas de CR revelan cómo disfrutar de los beneficios de estos alimentos, y reducir al mismo tiempo los riesgos.

seven forks with a piece of a different type of produce on each, and the forks rising above a bed of produce and mist
CR analizeo datos de pesticidas en casi 30,000 muestras de frutas y verduras.

Durante el próximo año, Consumer Reports estará colaborando con The Guardian para investigar más a fondo cómo los pesticidas contaminan el suministro de alimentos en los Estados Unidos y buscar posibles soluciones.

Cuando se trata de una alimentación saludable, las frutas y las verduras son indiscutiblemente las protagonistas. Sin embargo junto con las vitaminas, minerales y otros nutrientes que contienen, puede venir algo más: una dosis nociva de peligrosos pesticidas.

Aunque el uso de productos químicos para controlar plagas de insectos, hongos y malas hierbas ayuda a los agricultores a producir los alimentos que necesitamos, desde al menos la década de 1960 ha sido evidente que algunos de estos químicos también conllevan riesgos para la salud que son inaceptables. Y aunque ciertos pesticidas conocidos, como el DDT, han sido prohibidos en Estados Unidos, las autoridades gubernamentales que se encargan de la regulación han tardado en tomar medidas respecto a otros químicos. Incluso cuando una sustancia química peligrosa se retira del mercado, las empresas químicas y los agricultores a veces simplemente recurren a utilizar otras opciones que pueden ser igual de peligrosas.

Consumer Reports, que ha estado monitoreando el uso de pesticidas en productos agrícolas durante décadas, ha observado este patrón repetirse una y otra vez. “Es como dar dos pasos hacia adelante y uno hacia atrás, y a veces incluso hasta dos pasos hacia atrás”, dice James E. Rogers, PhD, quien supervisa la seguridad de alimentos en CR.

Para tener una mejor idea de la situación actual, recientemente en CR llevamos a cabo una de las revisiones más completas jamás realizadas sobre el uso de pesticidas en los alimentos. Para hacerlo, analizamos datos que fueron recopilados durante siete años por el Departamento de Agricultura, que cada año realiza pruebas en una variedad de productos agrícolas orgánicos y convencionales, tanto cultivados en los Estados Unidos como importados, para detectar residuos de pesticidas. Analizamos un total de 59 frutas y verduras regulares, considerando en algunos casos, no solo sus versiones frescas sino también las enlatadas, secas o congeladas.

Nuestros últimos resultados continúan siendo motivo de alarma. En el 20% de los alimentos que analizamos, encontramos que la presencia de pesticidas conllevaba a riesgos importantes, incluyendo opciones populares como pimientos morrones, arándanos, ejotes (judías verdes), papas y fresas. Por ejemplo, los ejotes, tenían residuos de un pesticida que no se ha permitido en Estados Unidos durante más de una década. Y los productos importados, especialmente algunos provenientes de México, tenían una alta probabilidad de contener niveles peligrosos de residuos de pesticidas.

Pero también hubo buenas noticias. En casi dos tercios de los alimentos que analizamos, los pesticidas no representan una preocupación significativa, incluyendo casi todos los alimentos orgánicos. Además, es alentador saber que los mayores riesgos están asociados con solo algunos pesticidas, concentrados en unos pocos alimentos, cultivados en una pequeña fracción de tierras agrícolas en Estados Unidos. “Esto hace que sea más fácil identificar los problemas y encontrar soluciones específicas”, dice Rogers, aunque reconoce que llevará tiempo y esfuerzo lograr que la Agencia de Protección Ambiental, que regula el uso de pesticidas en los campos agrícolas, implemente los cambios necesarios.

Mientras tanto, nuestro análisis te brinda información importante con consejos practicos que puedes seguir para disminuir tu exposición a estos peligrosos pesticidas. Por ejemplo, puedes utilizar nuestras calificaciones para identificar qué frutas y verduras debes tener como prioridad en tu dieta, y cuándo tiene más sentido comprar productos orgánicos.

EPA: Prohiban estos pesticidas peligrosos

Es hora de ponerle fin al uso de pesticidas que representan los mayores riesgos para nuestra salud. Firma la petición ahora.

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Cuales son más seguros, cuales representan más riesgos, y por qué

Hay 16 de las 25 frutas y 21 de las 34 verduras en nuestro análisis mostraron un nivel de riesgo bajo relacionado con pesticidas. Nuestros expertos de seguridad en alimentos de CR aseguran que incluso los niños y las mujeres embarazadas pueden consumir más de tres porciones al día de estos alimentos de manera segura. Diez de los alimentos tenían un riesgo moderado; hasta tres porciones al día de estos está bien.

El lado negativo: 12 alimentos presentaron mayores preocupaciones. Los niños y las personas embarazadas deben consumir menos de una porción diaria de frutas y verduras de alto riesgo, y menos de la mitad de una porción al día de aquellas que tienen un riesgo muy alto. Todas las demás personas también deberían limitar el consumo de esos alimentos.

Para llegar a este consejo, analizamos los resultados de las pruebas del Departamento de Agricultura (USDA, por sus siglas en Inglés) de 29,643 muestras individuales de alimentos. Evaluamos el riesgo asociado con cada fruta o verdura  considerando factores como la cantidad de pesticidas presentes en el alimento, la frecuencia con la que se encontraron, la cantidad de cada pesticida detectado y la toxicidad de cada químico. (Para más información visita CR.org/pesticidemethodology.)

La Alianza para la Alimentación y la Agricultura, una organización de la industria agrícola, le informó a CR que más del 99% de los alimentos analizados por el USDA contenían residuos de pesticidas por debajo de los límites legales, (denominados como niveles de tolerancia) que son establecidos por la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés). 

Pero los científicos de CR consideran que muchos de los niveles de tolerancia  de la EPA se han establecido a un límite muy alto. Por esta razón,  empleamos límites más bajos para los pesticidas que pueden afectar el sistema neurológico en el cuerpo o que se sospecha actúan como disruptores endocrinos (lo que significa que pueden limitar o interferir con las hormonas del cuerpo). Este enfoque de CR también tiene en cuenta la posibilidad de que surjan otros riesgos para la salud, a medida que aprendemos más sobre estos químicos.

“La manera en que la EPA evalúa el nivel de riesgo de los pesticidas no refleja los avances científicos más recientes y no puede tener en cuenta todos los posibles efectos de estos productos químicos en la salud de las personas, especialmente dado que las personas a menudo están expuestas a múltiples pesticidas a la vez”, dice Michael Hansen, PhD, científico senior de CR. “Seguimos un enfoque de mayor precaución, para asegurarnos que no estamos subestimando los riesgos”.

En nuestro análisis, una fruta o una verdura puede contener varios pesticidas pero aun así considerarse de bajo riesgo si la combinación de la cantidad, concentración, y toxicidad de estos, es baja. Por ejemplo, el brócoli obtuvo buenos resultados no porque no tuviera residuos de pesticidas, sino porque los químicos de mayor riesgo estaban presentes en niveles bajos y solo en unas pocas muestras.

Por otro lado, algunos de los alimentos más problemáticos tenían relativamente pocos residuos, pero niveles preocupantes de algunos pesticidas de alto riesgo.

Un ejemplo claro es la sandía. Es de alto riesgo principalmente debido a un pesticida llamado oxamilo. Solo 11 de 331 muestras de sandía convencional de origen nacional dieron positivo para oxamilo. Sin embargo, este es uno de los alimentos que, según los expertos de CR, necesitan ser tratados con mayor precaución debido a su capacidad de ocasionar riesgos graves para la salud.

Los ejotes o judías verdes son otro ejemplo. Su clasificación de alto riesgo se debe principalmente a la presencia de un pesticida llamado acefato, o una sustancia que resulta de su descomposición, el metamidofos. Aunque solo el 4% de las muestras de ejotes convencionales de origen nacional dieron  resultados positivos para uno o ambos pesticidas, la mayoría de las veces los niveles detectados fueron alarmantemente altos. En una muestra del 2022 (el año más reciente para el que había datos disponibles), los niveles de metamidofos eran más de 100 veces el nivel considerado como seguro por los científicos de CR; en otra muestra, los niveles de acefato eran 7 veces más altos. Y en algunas muestras del 2021, los niveles eran aún más elevados.

Esto es muy preocupante ya que ninguno de estos químicos deberían estar presentes en los ejotes bajo ninguna circunstancia: a los productores agrícolas en Estados Unidos se les ha prohibido utilizar acefato en los ejotes desde el 2011, y metamidofos en todos los alimentos desde el 2009.

“Cuando compras un montoncito de ejotes en el supermercado o eliges una sandía, es posible que la probabilidad de encontrar una con niveles peligrosos de pesticidas sea relativamente baja”, dice Rogers. “Sin embargo, si esto sucede, podría terminar consumiendo una dosis mucho más alta de la que deberías, y si consumes el alimento con frecuencia, las probabilidades aumentan”.

En algunos casos, un alimento se considera de alto riesgo debido a varios factores, como niveles elevados de un pesticida moderadamente peligroso en muchas muestras. Por ejemplo: clorprofam en las papas. No es el pesticida más tóxico, pero estaba presente en más del 90% de las muestras de papas que analizamos.

Los resultados de las pruebas de Consumer Reports

Las frutas y verduras están enumeradas en orden alfabético, indicando el riesgo asociado con pesticidas en sus formas convencionales y orgánicas, así como cuando son de origen nacional o se importan. Los niveles de riesgo corresponden a la cantidad de porciones que un niño de 35 libras, aproximadamente del tamaño de un niño de 4 años, podría consumir de forma segura cada día. El tamaño de las porciones representa la porción de un niño, aproximadamente dos tercios de una porción para adultos.  A la hora de decidir cuáles frutas y verduras que no son orgánicas debes comprar, CR recomienda aquellas clasificadas de riesgo muy bajo, bajo o moderado. Cuando sea posible, cambia un alimento clasificado de alto riesgo o de muy alto riesgo por uno de menor riesgo, o elige productos orgánicos. La exposición prolongada es lo que realmente representa el riesgo. Elegir alimentos que tienen las mejores calificaciones, la mayor parte del tiempo, puede ayudar a reducir la posibilidad de problemas en el futuro.Cómo los pesticidas pueden hacerte daño

Los pesticidas son una de las pocas clases de productos químicos que se producen “específicamente para matar organismos”, dice Chensheng (Alex) Lu, PhD, profesor asociado de la Universidad de Washington en Seattle, quien investiga los efectos de la exposición a los pesticidas en la salud. Por lo tanto, no nos sorprende que los pesticidas utilizados para controlar insectos, hongos y malezas también puedan afectar a las personas.

Aunque aún existen preguntas abiertas sobre cómo y en qué medida la exposición prolongada a los pesticidas puede perjudicar nuestra salud, los científicos están construyendo un caso con argumentos convincentes de que algunos pueden hacerlo, basándose en una combinación de investigaciones de laboratorio, en animales y en humanos.

Un tipo de evidencia proviene de estudios poblacionales que examinan los resultados de salud en personas que consumen alimentos con niveles relativamente altos de pesticidas. Una revisión reciente en la revista Environmental Health, que analizó 6 de estos estudios, encontró evidencia que vincula a los pesticidas con un mayor riesgo de cáncer, diabetes y enfermedades cardiovasculares.

Existe evidencia más sólida sobre los peligros de los pesticidas que proviene de investigaciones que examinan a personas que pueden ser particularmente vulnerables a los pesticidas, incluyendo a los trabajadores agrícolas y sus familias. Además de los miles de trabajadores que se enferman por envenenamiento con pesticidas cada año, los estudios han relacionado el uso de una variedad de pesticidas en el trabajo con un mayor riesgo de enfermedad de Parkinsoncáncer de mamadiabetes y otros problemas de salud.

Otras investigaciones encontraron que la exposición durante el embarazo a una clase común de pesticidas llamados organofosforados, se asociaba con un desarrollo intelectual deficiente y una disminución en la capacidad pulmonar en los hijos de los trabajadores agrícolas.

Durante el embarazo y la infancia, las personas son especialmente vulnerables a los efectos de los pesticidas, en parte porque ciertos pesticidas pueden actuar como  disruptores endocrinos. Estos son químicos que interfieren con las hormonas responsables del desarrollo de varios sistemas del cuerpo, especialmente los sistemas reproductivos, dice Tracey Woodruff, PhD, profesora de ciencias de la salud ambiental en la Universidad de California en San Francisco.

Otra preocupación es que la exposición a largo plazo, incluso pequeñas cantidades de pesticidas, puede ser particularmente peligrosa para las personas con problemas de salud crónicos, aquellas que viven en áreas donde están expuestas a diversas toxinas, y personas que enfrentan otros tipos de tensiones sociales o económicas que afectan su salud. dice Jennifer Sass, PhD, científica senior del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales.

Esa es una de las razones, dice ella, por las cuales los reguladores deberían usar márgenes de seguridad adicionales al establecer límites de pesticidas, con el fin de considerar todo el margen de incertidumbre que existe sobre cómo los pesticidas podrían afectarnos.

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Nuestro análisis encontró que algunas muestras de ejotes contenían residuos de acefato, un pesticida que está prohibido.

Cómo dejar de consumir pesticidas

Aunque nuestro análisis de los datos sobre pesticidas del USDA encontró que algunos alimentos aún tienen niveles preocupantes de ciertos pesticidas peligrosos, también proporciona información sobre cómo puedes reducir tu exposición a los pesticidas ahora y qué medidas deberían tomar las autoridades reguladoras gubernamentales para solucionar el problema a largo plazo.

Consume muchas frutas y verduras de bajo riesgo.

Una rápida revisión de la gráfica a continuación deja claro una cosa: hay muchas opciones buenas para elegir.

“Eso es genial”, comenta Amy Keating, una dietista certificada en CR. “Puedes comer una variedad de frutas y verduras saludables sin preocuparte demasiado por el riesgo de pesticidas, siempre y cuando tomes algunas medidas sencillas en casa”.

Lo mejor que puedes hacer es elegir productos que fueron clasificados de bajo riesgo o muy bajo riesgo en nuestro análisis y, cuando sea posible, opta por opciones orgánicas que disfrutes en lugar de alimentos de más riesgo. También puedes reemplazar alimentos de más riesgo por alternativas de menor riesgo. Por ejemplo, puedes probar guisantes o chícharos en lugar de ejotes, melón en lugar de sandía, repollo o lechuga de hoja verde oscura en lugar de col rizada y, de repente, un camote en lugar de una papa blanca.

Sin embargo, no es necesario que elimines completamente los alimentos de mayor riesgo de tu dieta. Comerlos de vez en cuando está bien. “El daño, incluso de las frutas y verduras más problemáticos, surge de la exposición durante momentos vulnerables como el embarazo o la infancia temprana, o de la exposición repetida a lo largo de los años”, dice Rogers.

Cuando sea posible, opta por productos orgánicos.

Una manera que se ha comprobado puede reducir la exposición a los pesticidas es consumir frutas y verduras orgánicas, especialmente en los alimentos de mayor riesgo. Teníamos información sobre versiones cultivadas de forma orgánica para 45 de los 59 alimentos en nuestro análisis. Casi todos presentaron un riesgo de pesticidas bajo o muy bajo, y solo dos variedades de origen nacional – las espinacas frescas y las papas- presentaron un riesgo moderado.

Las calificaciones de bajo riesgo de los alimentos orgánicos indican que el programa de certificación orgánica del USDA, en su mayor parte, está funcionando.

Aunque los pesticidas no están totalmente prohibidos en las granjas orgánicas, sí están estrictamente restringidos. Los productores orgánicos pueden usar pesticidas solo si otras prácticas, como la rotación de cultivos, no pueden resolver completamente un problema de plagas. Incluso en esos casos, los agricultores solo pueden utilizar pesticidas de bajo riesgo derivados de fuentes minerales naturales o biológicas que hayan sido aprobados por el Programa Orgánico Nacional del USDA.

Menos pesticidas en los alimentos significa menos en nuestro cuerpo: varios estudios han demostrado que cambiar a una dieta orgánica puede reducir rápidamente la exposición a los pesticidas. La agricultura orgánica también protege la salud en otras formas, especialmente la de los trabajadores agrícolas y los residentes rurales, porque es menos probable que los pesticidas se dispersen en las áreas donde viven o contaminen el agua para beber.

Y la agricultura orgánica también protege a otros seres vivos, muchos de los cuales son incluso aún más vulnerables que nosotros a los pesticidas. Por ejemplo, los productores orgánicos no pueden usar una clase de insecticidas llamados neonicotinoides, un grupo de químicos que pueden causar problemas de desarrollo en niños pequeños y que evidentemente representan un peligro para la vida acuática, las aves y los polinizadores importantes, incluyendo a las abejas melíferas, las abejas silvestres y las mariposas. 

El problema, por supuesto, es el precio: los alimentos orgánicos tienden a costar más, a veces mucho más.

“Por eso, aunque creemos que siempre vale la pena considerar los productos orgánicos, es especialmente importante para el grupo pequeño de frutas  y verduras que presentan el mayor riesgo de pesticidas”, dice Rogers. También dice que optar por lo orgánico es más importante para los niños pequeños y durante el embarazo, cuando las personas son más susceptibles a los posibles daños de los químicos.

Cuidado con algunos alimentos importados.

En general, las frutas y verduras importadas y las cultivadas nacionalmente son bastante similares, con aproximadamente la misma cantidad de ellas representando un nivel de riesgo moderado o peor en cuanto a pesticidas. Sin embargo, los productos importados, especialmente aquellos provenientes de México, pueden tener un riesgo mayor.

Hay 7 alimentos importados en nuestro análisis presentan un riesgo muy alto, en comparación con solo 4 alimentos nacionales. De las 100 muestras individuales de frutas o verduras de nuestro análisis con los niveles más altos de riesgo de pesticidas, 65 eran importadas. La mayoría de estas- 52 –  provenían de México, y la mayoría eran fresas (generalmente congeladas) o ejotes (casi todas las muestras estaban contaminadas con acefato, el pesticida cuyo uso está prohibido en los ejotes que son destinados a los Estados Unidos).

Un portavoz de la Administración de Alimentos y Medicamentos le dijo a CR que la agencia está consciente del problema de la contaminación con acefato en los ejotes provenientes de México. Entre 2017 y 2024, la agencia emitió alertas de importación para 14 empresas mexicanas debido al acefato encontrado en los ejotes. Estas alertas le permiten a la FDA detener los envíos de alimentos de estas empresas hasta que lograran demostrar que los alimentos no estaban contaminados con los residuos de pesticidas ilegales en cuestión. La Asociación de Productos Frescos de las Américas, que representa a muchos de los principales importadores de frutas y verduras de México, no respondió a una solicitud de comentarios.

Rogers, de CR, indica que “claramente, las medidas de seguridad no están funcionando como se supone que deberían hacerlo”. Como resultado, “los consumidores están expuestos a niveles mucho más altos de pesticidas muy peligrosos de lo que deberían”. Debido a esos riesgos, recomienda revisar los envases de los ejotes y las fresas para ver el país de origen, y considerar otras opciones, incluyendo orgánicas.

pepper, mushroom, grapes, orange bell pepper, and strawberry in glass box with mist around the outside of the box
El 20% de las frutas y verduras de nuestro análisis presentaron un riesgo alto o muy alto de pesticidas.

Resolviendo el problema de los pesticidas

Quizás la noticia más alentadora y contundente del análisis de CR es que muestra que los riesgos de los pesticidas se concentran en solo unos pocos alimentos y pesticidas.

De las casi 30,000 muestras totales de frutas y verduras que CR analizó, solo 2,400, o alrededor del 8%, fueron consideradas como de alto riesgo o de muy alto riesgo. Y entre esas muestras, solo dos categorías de químicos, los organofosforados y un tipo similar del pesticida llamado carbamatos, representaron la mayor parte del riesgo.

“Eso no solo significa que la mayoría de los productos que consumen los estadounidenses tienen niveles bajos de riesgo de pesticidas, sino también hace que resolver el problema sea mucho más factible, ya que les permite a las autoridades reguladoras y a los productores saber exactamente en qué deben enfocarse”, dice Brian Ronholm, Director de política en alimentos en CR.

Los organofosforados y carbamatos se hicieron populares después de que el DDT y otros pesticidas similares fueran prohibidos en los años de 1970 y 1980. Sin embargo,  pronto surgieron preocupaciones sobre estos pesticidas. Aunque la EPA ha retirado del mercado algunos de ellos y ha reducido los límites permitidos en ciertos alimentos para otros, muchos organofosforados y carbamatos aún se utilizan en frutas y verduras.

Por ejemplo, el fosmet, un organofosforado que es el principal culpable de la baja calificación de los arándanos. Hasta hace poco, el fosmet rara vez aparecía entre las muestras que más preocupaban de alimentos contaminados con pesticidas. Pero en los últimos años, se ha convertido en uno de los principales contribuyentes al riesgo de pesticidas en algunas frutas y verduras, según nuestro análisis.

“Eso ha ocurrido en parte porque cuando se prohíbe o se retira del mercado un pesticida de alto riesgo, algunos agricultores cambian a uno similar que todavía está en el mercado y que muchas de las veces termina representando un riesgo similar o incluso mayor”, dice Charles Benbrook, PhD, experto independiente en el uso y la regulación de pesticidas, que colaboró con CR sobre nuestro análisis de pesticidas.

Los expertos en seguridad de alimentos de CR señalan que nuestro análisis actual ha identificado varias formas en que la EPA, la FDA y el USDA podrían proteger mejor a los consumidores.

Esto incluye colaborar de forma más efectiva con las agencias agrícolas en otros países e inspeccionar alimentos importados, especialmente de México, además de realizar y respaldar investigaciones para entender mejor los riesgos asociados con los pesticidas. También, el gobierno debería proporcionar  más apoyo a los agricultores orgánicos e invertir más fondos federales para aumentar la producción  de alimentos orgánicos, lo que a su vez reduciría los precios para los consumidores.

Sin embargo, una de las medidas más efectivas y simples que la EPA podría tomar para reducir el riesgo general de pesticidas sería prohibir el uso de cualquier organofosforado o carbamato en los cultivos para la  producción de alimentos.

La EPA le dijo a CR que “cada químico se analiza individualmente según su toxicidad y perfil de exposición” y que la agencia ha implementado medidas de seguridad adicionales para varios organofosforados.

Pero Ronholm de CR, dice que ese enfoque es insuficiente. “Hemos visto una y otra vez que eso no funciona. La industria y los agricultores simplemente cambian  a otro producto químico similar que puede generar los mismos riesgos”.

Eliminar por completo dos clases de pesticidas puede parecer una medida extrema. “Pero la gran mayoría de las frutas y verduras que se consumen en Estados Unidos ya se producen sin pesticidas peligrosos”, dice Ronholm. “Simplemente no los necesitamos. Y los alimentos que los consumidores estadounidenses consumen todos los días serían mucho, mucho más seguros sin ellos”.

Nota del editor: Este artículo también fue publicado en la edición de mayo/junio del 2024 de la revista Consumer Reports.

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