El año pasado conocí por primera vez Montevideo en una escapada con mi mejor amiga, y cada vez que vuelvo encuentro más detalles y lugares que me enamoran de esta ciudad.

¿Donde prefiero quedarme? No dudo ni un segundo en contestar en el Sofitel Montevideo Casino Carrasco & Spa. Un oasis de lujo y sofisticación, y uno de los edificios de mayor valor patrimonial de Uruguay. En cada rincón se respira la unión del art de vivre francés con la cultura local y se admira el proceso de reconstrucción meticuloso que mantiene el edificio que ha sido declarado Patrimonio Nacional. Bellísimo, ¿no?

Dentro del hotel tienes que aprovechar para ir a su increíble Restaurante 1921 que se disfruta tanto de día como de noche. El salón principal es bellísimo y tiene unas mesas con sillones con vista al mar (¡siempre elegía sentarme en ésas!). Al atardecer una buena opción es aprovechar para tomar un majestuoso y súper completo té, con delicatessens como macarrones y distintas tortas a elección. En esta ocasión disfruté de la cálida compañía de mis queridas Jeannie y Nicky, con las cuales me puse al día conversando sobre CHICAS GUAPAS e intercambio opiniones sobre la industria televisiva, los medios, y el diseño latinoamericano (ambas están involucradas en el ambiente artístico).

Para completar los #MimosChicasGuapas de esta escapada, aparte del té tenía que probar el So Spa. Johanna Sajuk es la gerente de este encantador espacio y muy amablemente me comentó todos los tratamientos y líneas que trabajan. Siempre me gusta probar distintas propuestas, y en esta ocasión dudé mucho entre el Ritual de Jade y el Ritual de Mate (ambas experiencias sensoriales además de lograr un bienestar físico y mental nos transportan a culturales locales uruguayas); y  el tratamiento de Rosa Mosqueta con exfoliación, fango e hidratación.  Prometí volver por las experiencias sensoriales, pero esta vez opté por el tratamiento completo de rosa mosqueta que dejó mi piel totalmente renovada, mucho más tersa y humectada. Luego disfruté de la piscina, sauna y culminé la jornada en el bar con un Cocktail Sofitel, con una delicada rosa blanca que pedía a gritos que la retrate.

Mi habitación tenía vista al mar (lo cual me obsesiona), podría quedarme horas leyendo un libro, tomando mate con la riquísima yerba uruguaya, y escuchando música contemplando esta vista. Pero como era ya mi cuarta visita a la ciudad, había varias actividades y gente con la cual me quería encontrar. Por eso hablé con Mónica y Natalia del blog BlogCouture, nuestras #EmbajadorasChicasGuapas en Uruguay. Ellas me habían preparado dos tours para conocer a diseñadores locales, uno por el centro y otro por la zona de Punta Carretas. Elegí el último porque estaba cerca al hotel, y la talentosa de Marce García (reconocida PH uruguay por su trabajo en publicidad y editoriales como Vogue), nos acompañó para registrar las visitas para nuestro programa. Por supuesto que para culminar la jornada las chicas me invitaron al bar Jacinta en la zona de Ciudad Vieja, donde nos encontramos con Sofi del blog Rubia Mala de La Moda que ya había participado en nuestro programa. Fue genial poder encontrarnos cara a cara luego de tanto intercambio virtual. Para todos los que nos preguntan, el tour completo con las entrevistas a las diseñadores uruguayas los van a poder ver muy pronto en www.fwtv.tv/chicasguapas.

También una visita a unos de los shoppings de la ciudad, y la marca que más me llamó la atención fue BELLMUR. Luego investigando online descubro que es una marca ya instalada hace varios años en Montevideo, que fue mutando su perfil, y que actualmente tiene prendas con materias primas de excelente calidad y diseño. Me terminé comprando un saco a rayas color rosa viejo y negro con piel en el cuello, y un poncho color beige con un cinturón marrón. Ambas prendas tienen un calce increíble y no titubeé ni un instante en querer incluirlos en mi placard.

Para los amantes del lifestyle deben agendarse obligatoriamente visitar las bodegas de Bouza y de Garzón. Cada una con su encanto y estilo, pueden terminar el recorrido con un imperdible maridaje de vinos. En Bouza me encantó el almuerzo a la carta enmarcado en ésa postal llena de verde, aire fresco y flores. Parecía salido de una postal y absolutamente TODO era delicioso. Y en Garzón -que es más grande en cuanto a hectáreas-, me divirtió el truck que te llevaba a recorrer todo el campo (necesitamos de unas mantas de lana para combatir el frío). Ahí sí o sí se tienen que llevar a sus casas la miel con almendras! Dato de color: el dueño de la bodega le regaló a su mujer para su aniversario varias hectáreas para cultivar almendras ya que este fruto no se producía naturalmente en Montevideo. Hombres, anoten.

Larga bitácora y mucho que queda fuera por contar. La idea es darles un pantallazo de las distintas experiencias que pueden disfrutar en Montevideo, que recorran esta preciosa ciudad y que me compartan sus hallazgos!

Xx,

L*

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