Segundo post, segundo viaje. Mismo país, diferente ciudad.
Me fui a Nueva York hace unos meses, no era un destino que yo hubiese elegido pero me sumé a un viaje armado. Tampoco me iba a quejar. Es una ciudad maravillosa. Nadie te juzga por lo cómo lucís, podés ponerte cualquier cosa que a nadie le importa. Hasta te sonríen y te dicen lo lindo que es lo que llevás encima.
En fin, me fui al epicentro del consumismo y quise ver si podía mantenerme alejada de él. Es muy difícil ya que la oferta de ropa increíble es constante. Y no sólo ropa, cualquier cosa que busques, está. Y lo que no busques también van a tratar de vendértelo.
Para ello me armé de exquisitas prendas nacionales, porque confío plenamente en el diseño argentino, aunque algunas marcas copien absolutamente todo de los grandes diseñadores.
Juzguen ustedes. Y díganme qué pasaría acá si alguien sale a la calle vestido así.
a.
Gracias inmensas a Lucila Chavez, Jessica Biderman & Mía Cruz.
Muchas gracias a vos Anita por llevar nuestros diseños a otro país y lucirlos!!!